La salud mental no es un disfraz

por Tanya Ruhl

Mirando alrededor este pasado Halloween, todos los hemos visto, las camisas de fuerza, las máscaras con las barras sobre la boca para que no te muerdan, incluso los trajes que dicen sala de psiquiatría con un número de paciente en ellos. Todos los años salen estos disfraces, pero eso no es todo. Incluso tenemos los manicomios embrujados, equiparando el tratamiento a un lugar desolado y aterrador del que no se puede escapar. No son solo los disfraces y los lugares, sino que aún más dañino son los vendajes ensangrentados en las muñecas, alguien con la garganta cortada, incluso fingió la muerte por suicidio de alguien colgado. Para las personas con problemas de salud mental, estas imágenes pueden ser dañinas e hirientes.

La salud mental no es un disfraz. No es algo que alguien pueda quitarse al final del día. La gente real lucha con esto. Muchos de nosotros no caminamos luciendo como un zombi medicado como has visto en las películas. Tenemos familias, mantenemos trabajos y nos parecemos al Joe promedio. Sin embargo, en Halloween las cosas cambian, y debemos ver la burla que se hace de las luchas de salud mental, y me hace sentir mal del estómago. Me hace preguntarme si eso es lo que la gente realmente piensa de mí a veces. Que soy inestable, una bomba de relojería.

Mis problemas de salud mental me hacen más fuerte, más resistente. No es algo de lo que nadie deba avergonzarse, es algo de lo que deberíamos estar orgullosos. Sí, tengo mis días malos, pero ahora son menos frecuentes. También tengo un gran sistema de apoyo que no siempre tuve. Tuve que aprender a acercarme y pedir ayuda y no hay vergüenza en eso. Todo el mundo necesita ayuda de vez en cuando. ¿Cómo soy más fuerte te preguntas? Ahora puedo ayudar a otros compartiendo mi historia. Puedo educar tan bien como lo estoy haciendo aquí compartiendo un punto de vista diferente. Incluso si solo planta una semilla, es un comienzo. He aceptado que tengo trastorno bipolar y C-PTSD, pero no me tienen. Entonces, a pesar de todos los disfraces que vemos a nuestro alrededor en Halloween, es importante que todos recordemos una cosa: la salud mental no es un disfraz.